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Para Encontrarme, Tuve Que Perderme: Mi Viaje de Educar Fuera del Sistema

Hoy tuve una conversación hermosa alrededor del proceso de educación de mis hijos sin escuela. Compartí mi experiencia con algunas familias, relatando los distintos momentos que he vivido en este camino. Vengo de una familia muy tradicional, fui educada en un colegio de monjas, estudié en una escuela de ingenieros y luego hice una maestría en una universidad católica. Un día, decidí romper con toda esta estructura para educar a mis hijos en casa. Sentí que el sistema escolar estaba diseñado más para que los papás pudieran ir a trabajar y dejar a sus hijos en algún lugar, que para el bienestar genuino de los niños.

En esta charla, también compartí mis ansiedades, dudas, dolores, angustias, y la soledad que a veces conlleva hacer algo diferente. La educación en casa requiere un esfuerzo físico, emocional y mental enorme. Siempre está la pregunta, la duda latente de si lo estoy haciendo bien o mal, y, aunque llevo 16 años en esto, esa duda nunca desaparece. Cuando envías a los niños al colegio y algo sale mal, puedes culpar al sistema o al colegio. Pero cuando decides educarlos en casa, no hay a quién culpar, toda la responsabilidad recae en ti.

Después de tantos años, siento el agotamiento. Dejé mi carrera y mi profesión para dedicarme de lleno a la crianza, y cuando mi esposo se fue y tuve que volver a trabajar, me invadieron el miedo, la angustia y la ansiedad. Fue un momento de darme cuenta de que, para poder seguir, necesitaba reencontrarme conmigo misma. Había perdido una parte de mí y debía volver a encontrarla para continuar.

Al final de la conversación, alguien me preguntó si, sabiendo todo esto, volvería atrás y cambiaría algo. Mi respuesta fue un rotundo “no”. Lo haría exactamente igual. Para encontrarme, tuve que perderme. De no haberme perdido, probablemente habría seguido atrapada en la estructura, en la comodidad de mandar a los niños al colegio sin cuestionarme nada, en continuar mi trabajo anterior y cumplir con lo que la sociedad espera.

Pudo haber sido más fácil seguir en el sueño colectivo, en el ritmo de la productividad, en la competencia constante. Pero al sacar a mis hijos del sistema, pude observar ese sueño desde fuera. Me permití perderme en un nuevo sueño, uno que ahora se siente más verdadero. Hoy me encuentro más conectada conmigo misma, con mi poder. Estoy creciendo desde lugares distintos y no cambiaría nada en el mundo por eso.

Estos encuentros, además de permitirme compartir lo que he aprendido, me ayudan a reafirmarme en mi decisión. Me recuerdan que para encontrarnos, muchas veces primero tenemos que habernos perdido. Así que, en lugar de ver esos momentos de extravío como un problema, es mejor celebrarlos como parte del camino que nos lleva a nosotros mismos.

Te abrazo fuerte.

Cata Heincke

4 comentarios en «Para Encontrarme, Tuve Que Perderme: Mi Viaje de Educar Fuera del Sistema»

  1. Gracias por esa reflexión, fue contundente, la dudas no desaparecen nunca, el agotamiento empieza a sentirse y el camino es solitario, porque a pesar de que hay familias que hacen lo mismo, cada una tiene un interés diferente y el tema de los horarios para que se puedan hacer encuentros en comunidad son un reto constante.
    Tu reflexión igual me hace pensar que estamos en el camino correcto por qué se crece en familia, y no hay nada en el mundo que compense la dicha de acompañar de verdad a nuestros hijos. Yo recién inició la adolescencia de mi hija y de nuevo nos iremos ajustando… hacer homeschool es un experimento constante… pero en el fondo me alegra saber que sin importar que pase con mi hija, porque elegirá
    su propio camino y cometerá sus propias equivocaciones, ha sido el experimento más divertido y bonito de nuestra familia.

    Creo que ser mamá así como educar en casa, ha sido la elección más acertada para crecer personalmente, porque nada es más retador que enfrentarme a mis propios miedos todos los días para enseñarle a mi hija que solo atravesándolos es como avanzamos. Después de 12 años al fin me libere de la culpa de haber dejado mi carrera para dedicarme a la crianza, al final solo se trataba de una elección y creo que toma le correcta… porque como tú, yo volvería a hacerlo de nuevo. Gracias 😊

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