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De Cuidar Polluelos a Dejar Volar Águilas: La Adolescencia como Puente

Hoy quiero abrir el corazón y hablarles de un tema que, sé, toca a muchos: la transición de nuestros hijos desde la infancia hacia la adolescencia. Ese momento en el que parece que un “monstruo” se apodera de esos pequeños seres que llenaban nuestro mundo con sonrisas y abrazos, transformándolos en jóvenes independientes y, a menudo, incomprensibles.

La Adolescencia: Ese Monstruo No Tan Monstruoso

Recuerdo cuando un simple beso mío podía curar cualquier mal y una palabra suave era suficiente para calmar las tormentas. Y luego… llega la adolescencia. De repente, esos remedios caseros de amor ya no parecen funcionar. Los besos son esquivados, las palabras, aunque llenas de amor, parecen caer en oídos sordos o, peor aún, molestar.

El Desafío de Soltar

Enfrentarse a estos cambios puede ser aterrador. Nos encontramos extrañando a nuestros “niños” y luchando con la idea de dejarlos ir. Pero he aprendido algo crucial: el problema no son ellos, somos nosotros. Nuestra lucha interna por aceptar que ya no dependen de nosotros para ser felices es el verdadero desafío.

Observar, No Dirigir

He descubierto que mi papel ahora es más de espectadora que de directora en la obra de sus vidas. Estoy ahí para cuando me necesiten, aunque esos momentos sean menos frecuentes de lo que mi corazón de madre desearía.

Soltando Expectativas

Uno de los aprendizajes más duros ha sido soltar esa imagen idealizada de lo que creía que mis hijos “deberían” ser. Ya sea que esperes que sean académicamente sobresalientes, deportistas estrella, o simplemente “felices y populares”, esas expectativas crean un muro entre nosotros.

El Regalo de Aceptar

Pero aquí viene la magia: cuando finalmente soltamos esas expectativas y los aceptamos tal como son, esa barrera se desvanece. La relación se transforma, florece, revelándonos facetas de nuestros hijos.

2 comentarios en «De Cuidar Polluelos a Dejar Volar Águilas: La Adolescencia como Puente»

  1. Cata solo quería decirte gracias por incluirme en este e mail!
    Es increíble como ayuda saber que sus comportamientos son tan normales y que no estamos solos.
    Mil gracias, realmente ayudas a hacer un mundo mejor!

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